No sé ustedes, pero quizás sea yo la
persona más impaciente del mundo, y esta
afirmación se vuelve más aguda cuando se


trata de esperar por algo o alguien.
Definitivamente no tengo la capacidad de
esperar.
En esta cultura 2.0, donde tenemos
acceso rápido e ilimitado a casi todo lo que
queramos, no es de extrañar que
busquemos música o programas de TV que
aún no llegan al país (si es que algún día llegan!).
Con Gossip Girl no tuve suerte, traté por
todos los medios de ver los capítulos a la par
de los televisados en los Estados Unidos, pero
la página del canal que transmite la serie allá
no permitía descargar los capítulos a los
usuarios fuera de los límites gringos.

Otra historia me ocurrió con The City.
Pude ver capítulo a capítulo on-line en la
página de MTV. Gracias a Dios por internet
y por mi don de traductor autodidacta.
Para los curiosos, el estreno en
Venezuela es el Jueves 09 de Abril (my b-day,
yeah!) por MTV.
Retomando el tema, recuerdo con
gracia cuando rogaba a cuanto santo se me
ocurriera porque en La Mega pusieran mi
canción favorita de Soundgarden (por poner un
ejemplo, eran los noventa), seguro que todos
pasamos por eso.
Tenía cierto encanto esperar por ese
capítulo de Saved By The Bell, aunque luego
en Venevisión lo repitieran diez mil veces
más. O contarle a los panas del colegio lo fino
que eran Beavis and Butthead, si eras de los
pocos que tenían cable en la época del MTV
americano (nada que ver con la actual invasión de
realities tv y de buenos videos trasnochados, mientras
los malos ruedan durante el día).

Esa época quedó atrás, hoy camino por la
calle moviendo la cabeza mientras en mi iPod
suena We Walk de The Ting Tings, con la
certeza de que alguien en Londres también
hace lo mismo...